domingo, junio 10, 2018

Raúl

No me digas forra, no
tampoco soy tu che piba,
soy la madre de tu hija
y estoy reclamándote el uniforme del colegio 
al que vos,
como buen padre que sos
querías mandarla
y entonces, ella va ahí
a ese colegio
porque es laico
porque es piola como vos
que te autoproclamás feministo
le caés bien a todes
usas pañuelo verde y vas a fiestas tortas
que piola,
haciendo todo eso
bancando la lucha
con un porro y Jägermeister 
pero obvio, 
no tenés idea 
que en esos días
en los que hacés tu jugada
de varón cis progre
sabiendo que podés descansar
y dormir hasta tarde
mientras la lucha silenciosa
la tenemos juntas, madre e hija
siendo cómplices todo el tiempo 
prendiendo la leña para que arda todo
en un mundo donde yo si me voy de mambo
te bardeo
a vos, que sos tan cool
que sos padre y te deconstruiste
mientras la piba llegaba a tiempo al cole,
con la tarea hecha, la panza llena
y un sándwich en la mochila
y al salir vos seguís con tu discurso
mientras tu hija crece
en un hogar monoparental
con un hierro caliente en su panza
que la determina como mujer
conmiga como ejemplo
con cuota alimentaria
acordada de palabra para no armar lío
ejemplo de qué
si todo lo que hago
es reclamar derechos
para ella, porque yo, yo solo soy una forra.




sábado, junio 09, 2018

suéter

seríamos resistencia
conviviendo frente a los caloventores
pero como siempre pasa
la calefacción eléctrica
caduca en los inviernos largos,
los vecinos hacen de cuenta
que no pasa nada 
y no les creo
siento que todo lo que pasa
es por su culpa
ellos van
hilvanando todo a su paso
haciendo que no les importa
la cantidad de días que saltan
ordenados en cliché,
seguro tienen un tiro balanceado
encendido en sus casas y eso es
lo que me da rabia de sus caras
de todo es perfecto,
solo desencajás vos que estás debajo del suéter,
y debajo del suéter
tenés una camiseta térmica
y arriba del suéter
el camperón de feria
que destila naftalina
y alarga la distancia de las horas
que son apocalípticas
hasta que sale el sol,
y entonces la sensación de encierro
se va,
pasa el sol por la ventana
pero igual está fresco
afuera, el pasto no pincha
hay que reconocerlo
no se mezcla la plebe
con la alcurnia
adentro nuestro hay algo roto
que nos salta con el frío
estamos atrapados
en nuestra piel, en nuestros cuerpes
sumergidos en un universo
que se quedó trabado en un
agujero de gusano
y no germina.


Karen Khachaturov