A no sonar como robot

La palabra "sentimiento" en mi pesa 54 kilos, tiene el pelo con rulos y complejo de gorda, se llama Florencia Inés y odia su segundo nombre.

¿Alguien le preguntó si quería sentir lo que siente, vivir como vive, caminar como camina y ser como és ? No, simplemente se fué armando en el camino, aveces pesa mas y se siente mas segura, aveces al revés, aveces se desinfla como un globo viejo y llora, aveces la euforia la ataca y quiere decir y decir, aveces se atasca por un tiempo y dice que no siente, pero solo incuba un cubito de hielo que no se derrite, se hace glaciar y se derrumba, pero después se regenera, aveces se ríe porque está cargada de "clichés". A ella nadie le preguntó, solamente se cargó de todo y aveces hasta se hace cargo.

Se siente orgullosa de lo que siente y lo quiere seguir sosteniendo, siente, siente y sostiene.

La palabra sentimiento en mí, Florencia Inés, que peso 54 kilos, tengo rulos y complejo de gorda, hoy quiere decir un sinfín de palabras sin puntos, ni comas que se avalanzan uno sobre otro y me mantienen en estado de euforia que no me deja hablar, ni respirar, ni quedarme quieta y se acumulan y acumulan esperando que alguien venga a recibirlos, los embale como en una caja de pizza, se los coma y los sienta igual que Florencia Inés en este momento.

Volvi(mos) al jardín florido

¿Y a nombre de quién anotaba los tragos? si los había compartido con vos.

Tragos medios largos y esos mareos que te dejan mirando fijo, fijo para que no se caiga ningún ojo, ninguna mirada insinuante, ningún beso, ningún impulso, ningún dedo por ahí.

Ese estado que hace que todas las palabras se asemejen a canciones y que dejen de tener filo, aveces me gustaría vivir así, regalando palabras bonitas, enfocándolas bien, apuntar y clik, sacarte una foto cuando te nace esa carcajada que hace cosquillas. Es mejor que apuntarte con ellas, dispararte y "bam" siempre hay buena puntería para herir.

Anoche me imaginaba todo, me imaginaba un tipo a caballo luchando por la independencia y era real, me imaginaba un loco hablando de que hay un Dios que tenía un hijo, y juraba que si moría iba a volver de entre los muertos, me imaginaba las masacres en su nombre y que corría la sangre por todos los rincones de este departamento. Después mejoró, el año que me levanté y no había muro, el Che se iba en moto, y escribía esas cosas tan bonitas. Yo podía volver a tocar un cuadro de Frida y volver a emocionarme, pero esta vez, ella estaba ahí para explicarme. Las copas aumentaban los ruidos distorsionaban, y no importaba nada porque estabas vos, y encima estabas con fiebre, inconcientemente quiero que te enfermes mas seguido. Vos que me hacías canciones, vos que te burlabas del capitalismo, del existencialismo y de todo lo que era real, un aura voluptouso nos rodeaba, nos juntaba como tambaleandonos y yo me reía y vos también y si me caía que importa, quizás con mi ayuda también terminabas en el suelo, el suelo de verdad, frío, malo, caprichoso y con tan poca importancia ahora.

Anoche fantaseaba con todo, y a mi cabeza volvían miles de peronas, cosas y ruiditos. Que volvían para activarme, para recuperarme, para pegar con plasticola todas las ideas a donde pertenecían. A mí.

Mujer Criptonita

Flor mía:

Simplemente te digo, que normalmente las macetas terminan ahogando a las plantitas. La tierra no es tibia, es dura y seca si no la regás, tenés que ponerle mucho abono para que la plantita crezca medianamente...¡ Y cuidado... de no regarla demasiado! porque se pudre. Es mejor el descampado, ancho y profundo, donde tus raíces se entrecruzan con otras y pueden crecer hacia abajo para que, luego, las ramas crezcan hacia arriba y den albergue a los pajaritos. Es bueno tener pajaritos en la cabeza. ¡Quién dijo que la maceta es segura! A menudo se rompe, especialmente cuando la planta crece. A mí déjenme en el monte, donde pueda rozarme con otras especies, donde a veces escarcha, pero otras amanece tibio y donde pueda ver el horizonte lejano y el rumor del viento me traiga voces lejanas...

fin de la estación

Acaban de arrancarme la peor de las raices, la que te deja tranquila, que te deja parada siempre en el mismo lugar y te hace sentir la planta mas común y corriente, sin necesidad de mas. Acaban de dejarme un vacío lleno de hojas secas que no hacen mas que sonar como un grito ensordecedor, se fueron los dos tan livianos como fantasmas y me dejaron ese peso extra de culpa que les pertenece, y así están, sacándose la monotonía a costa de algo que yo inventé, diciendo que todo esto es injusto y arrancandome lo poco que yo puedo invadir en la tierra, Me tapan el sol con un dedo, pidiendo perdón, diciendo que no haciendo cosas absurdas con derecho a sentirse de otro lugar. Me intentan matar, y yo les aclaro, después no se quejen de que las plantas tienen espinas, porque me sacaron el agua, el aire, todo junto y a cambio me dejaron palabras que no eran para mí, se fueron los dos, lejos de todo esto que es mi macetita y la dejaron rota, tajada en posición de alerta y en la sombra de las 6 que es la peor de todas.
Y si, mucho de mi maceta era una farsa hecha por mi para que el viento no me tumbe, pero estaba tibia y no dolía tanto como este "nosequehacerparasalvarme" en el que me dejaron. Lo peor es que esto es cíclico, la tibieza vá a volver, y yo, me voy a dejar aburrir de nuevo como antes, sabiendo que no me hace bien esta clase de fotosíntesis, dejando que esto siga hasta que deje de seguir, en ese momento, ustedes tal vez se puedan encontrar y ser de verdad...

*

Acabo de ahogar mis fantasmas en un vaso de agua.

Ahora por mi cabeza se pasean tus hormigas y clasifican mis amores como si fueran hojitas de otoño. De colores tierra, crujientes, huecos, frágiles, fáciles de romperse.

Acostumbradas a mas de lo mismo van tapizando mi mente, y yo tan media estación tibia como nada me dejo y me río, pero sin ganas, de los pasitos que siento mientras ellas me caminan por dentro.