¿Tan ridiculo es no poder pegar un ojo? después de darme cuenta de que odio a la gente con su necesidad histérica de hablar con otra gente, inconcientes de lo que sienten, de sus edades, del tiempo, del clima. Qué locura! con tal de realizar tal acto somos capaces de atravesar media ciudad muertos de frío para, por fin saciar esa necesidad de satisfacción personal reducida al espectáculo visual de los otros, y los otros a los otros y así. En eso nos vamos transformando, en una especie de vidrieras luminosas dispuestas a comprar y vender lo que la otra nos ofrece o morir en uno, dos o mil intentos. Lucirse y esperar a que alguien se transforme en nuestro compañero (o compañera). La necesidad de amarse se volvió cosa de sentarse frente a esta porquería, poner un nombre y un par de cosas que pueden existir o no, creo que uno ama lo que el otro oculta y nada mas, y no me quiero adentrar en los temas porque estoy enojada, podrida, mejor de tanto escribir de amor, pensandolo como algo delicado, especial o sencillo. Me tomo el derecho de dejar de sentir y opinar, que es un concepto que se insertó en la cultura para quitarle crueldad al sexo tosco y aburrido, que hasta se volvió una cosa básica como la de salir a emborracharse aquí, la gran mayoría tiene como primer y único objetivo de fin de semana, tomar alcohol hasta dar simple y sencillamente asco, o peor, demostrar que tomó y/o sentirse orgulloso de aquello, eso es, ahí estuvimos en algún momento alimentando todo ese circulo vicioso, tranquilos, felices, realizados.
Al fin y al cabo, no hay mucha diferencia hoy en día, ya no amo "eternamente" creo que hay momentos donde lo hago, y en otros quisiera que las personas se esfumen de mi vida hasta que las vuelva a necesitar, aquí podría ahondarme a muchos sentimientos, pero me conformo con quedarme en esta quietud resentida de esta noche, esta, algunas pasadas, y algunas futuras.
"Subí por el callejón de entrada de mi casa. Los gatos estaban tirados por el suelo, ajenos a todo. En mi próxima vida quiero ser gato. Dormir 20 horas al día y esperar que me den de comer. Estar tirado todo el día, lamiéndome el culo. Los humanos son demasiado miserables e iracundos y monotemáticos."
Charles Bukowsky