domingo, diciembre 28, 2008

Y pensar que te sentí Orfeo



Te sentí Orfeo porque pensé que ibas a cruzar el río de lágrimas que te regué, en un pañuelo de tissue todo mocoso para salvarme, y eran solo los efectos de tu mismo veneno los que no me dejaban ver lo asesino que eras.
Moribunda y sentada al lado de Kancervero, escuchando la música de tu arpa que se me pegó al alma, rasqueteandola toda, con sus mismas uñas largas y dejadas, mientras le juro por la condena de Hades, que antes de volverte a asentar en algún lado me corto los dedos.
Y te mandamos con Caronte, un conjuro, para que cuando duermas te transformes en el monstruo mas espantoso jamás antes visto en tu reino, tan triste y en pena, cargando tu luna pesada y sin gracia hasta que cuentes los días, también te lleva los restos de tu boca que se habían quedado en mí, para que se los devuelvas a la bruja de un ojo que te hechizó, fingiendo ser musa, siendo en realidad, la serpiente mas desdichada del Olimpo.
La burocracia en la mitología es simple, sos un mortal que se va a morir del modo mas rebuscado en mí, penando entre mis pulmones putrefactos, mientras que con un último aliento te acercás impecable al río que te lloré, para hundirte al fin.

viernes, diciembre 19, 2008



Señor Juez:

Vengo a exponer a continuación mi odio hacia todo lo que me tocó vivir, queriendo simplemente disfrutarlo. Acá estoy, entregadísima, goteando dolor, pensando que a usted no le importa, solamente hace su trabajo, cobra su sueldo y se retira triunfante hacia su hogar. Cuando vea este manifiesto, espero que piense el trabajo sentimental que me costó llegar a este punto, perdón, extremo. Y es que si, para liberarme debía asesinar este amor. No, no señor juez, no me quejo de llena, simplemente pago el precio de mi libertad.
Quisiera saber señor juez, bajo que término "legal" puedo ser condenada, cuando lleguen los testigos de este delito y le digan: "Florencia cantando bajito una canción de Pez, con un gesto de vehemencia indescriptible, pareciendo estar poseída por el mismo diablo, comenzó a quitar los cordones de las zapatillas a la victima que había sido dormida, bajo el efecto de algún sedante, luego sacó las medias, tosca y sin delicadeza, continuó arrancando todas y cada una de las uñas de sus pies guardándolas en una bolsa de nilon, con los restos de piel y sangre escribía en un cuaderno, y se dejó llevar por la ira comenzando a arrancarle los pelos del pecho y con las uñas pasó a la piel, escarbó hasta llegar al corazón y los pulmones, le robó el último suspiro y se lo trago. Clasificó las partes del cuerpo cortadas con la furia de un cuchillo sin filo, y formó una escultura, ella lo veía así, suena incomprensible, pero en sus ojos encontró forma al sentimiento"
Ahora si, Señor Juez, no es necesario que se diga mas. Me declaro culpable. Espero que cuando llegue a su casa, se olvide de mí.

lunes, diciembre 08, 2008

Fuimos secuestradas por nosotras mismas, nos mudamos hacia la estrella mas lejana y nos detuvimos a mirar. Bajamos la luna, mareamos la marea, molestamos cangrejos, dibujamos tiburones, buscamos islas para disfrazarnos de tortugas acuáticas y mimetizarnos entre ellas.
Y si de disfrazar se trata, eso nos sale bien, si vivimos la vida fingiendo ser humanos, padeciendo sentimientos y descrbiendo lo ridículas que nos sentimos ante la monstruosidad del amor.
Y acá estamos, volviendo a nuestra escencia, jugando con todo, sabiéndo que somos de otro lugar y viendo hasta donde llegar y cuándo salir volando.