domingo, mayo 14, 2017

los electrolitos duelen
cuando se cansan de atravesar la misma imagen
y de esa manía nefasta de acumular cosas
como una botella vacía de vino, que ahora uso de florero 
y que sí, ya debería tirar
porque ya fue
-ya fuimos-

conozco muy bien las carencias del cuerpo y de ellas, abuso.

descanso en todo lo que nos hace el occidente,
soy una mujer - maceta 
de adorno en esta calle que obviamente muere en el cerro
(como todo aquí)
como esto que pasa en el núcleo de mi espina dorsal
cuasi inútil.

sé que de algo me van a condenar, 
y cuando eso pase no quiero estar aquí
quiero estar en el 107 rumbo a Villa Urquiza 
desabrigada y con mucho maquillaje punk
viajando despacio en el discman de mi adolescencia,
sintiendo que las avenidas son un viaje eterno.







sábado, mayo 06, 2017

No se puede jugar 
con el poder comprimido
en la yema de los dedos.

Mover las nubes
borra los bordes
de espacios que eran
nuestros
Y ya no podemos habitar.

Están en todos lados
en colectivos,
en almacenes,
en veredas, en las calles

hacen de la verdad
algo que se hunde
en la panza.

Si remontamos al pasado
no hay subtítulos.
Sólo una historia calando
los parientes de fotos borrosas
que sostienen Madres y Abuelas.

Una planta seca
en la maceta del patio de una casa.
No más agua tibia.
Ese hombre -viejo indefenso-
ya no es un hombre maldito
y eso marca la diferencia.

Soltaron al monstruo,
da media vuelta,
sonríe con sus dientes manchados,
y al acomodarse el saco
silba la canción que escucha
frente a las náuseas de un pueblo libre.

Los espacios habitables
fueron talados en muy pocas horas.



miércoles, mayo 03, 2017

guardar-se
hacia adentro
ser la bolsa
de plástico que vuela
sobre el drama de American Beauty.

es que ahí afuera, nos dominan,
rentas, la afip, tinelli y los impuestos.
que si salgo, hago justicia
y para todos, todo.

Ya lo dijo Sasha Gray
son los jodedores,
perdiste.

es que mejor quedarse
porque cansa
y te juro que si espero
media hora más
leyendo este libro tan malo
reviento.

y que mis tripas
le caigan
a la empleada
de planta permanente
que en vez de atender
mira la cartilla de Avón.

inmolarme al frente
de la empresa de telecomunicaciones
porque nunca tengo 4g,
o en el sauna del patio
de la casa de mi jefe.

exponer en fila
cada víscera relamida
en odio burocrático.
ser la antisistema
más volátil de la ciudad
que murió escuchando
Nirvana y esperando
que alguien la atienda en algún lado.