domingo, julio 30, 2017


Siento pánico y violencia.

¿Será el amor que se aleja?

No, no dije tristeza; dije pánico y violencia. (Vicente Luy)

Que cuelgue el mío
de viajar dormida
en unos ojos tan profundos
y no notar
que ahí se agrandaba un estómago
para tragarme.

No puedo salir
hay un círculo
profundo y lleno de vidrios
en los bordes.
Desde aquí todo gira
y es muy torpe.

Podes probar,
dejarme 40 días
suspendida en el aire 
pero eso
no me hace pájaro.

Soñé a tu madre muerta,
la vi salir de un placard
y correr hacia una ventana.
Soñé a mi abuelo,
lustrándose los zapatos
al pié de la cama
para toda la eternidad.

Ahora que no me muerden
las superficies de las cosas
puedo hacer piruetas
y explusar
el monóxido de carbono
que provoca gritar
para adentro

"es horrible
que alguien te pague
por existir!!!!!!!!"

Las cosas descargan en el cuerpo
cuestiones que uno no sabe manejar
como ese día que
llovía tanto
que no nos entraba agua en la ropa
en los poros y en el pelo,
llovía algo más . tanto,
que no nos entraba nada,
ni el cuerpo mismo debajo de un árbol
y los taxis nos dejaron,
la planificación se inundó,
la tierra colapsó
y nos quedamos sin aire.

La casa de Floresta no era,
y el asado del domingo
se ahogaba ahí,
junto a los dinosaurios
del museo y el parque.

Lluvia mata vida de calesita.





jueves, julio 27, 2017

Má, desde aquí se ven los techos
de todas las casas que sueño,
bajo la polución de los humanos
que vamos a destruir el cielo 
con latidos del sol en los párpados.

Má, no llames por WhatsApp
nunca atiendo, se corta
y no da hablar gritando.

Suponete que en estos días
bajando por la avenida
al fin estallo
y digo mi nombre 
y me desotro
mientras digo que soy la mala 
de todas las pelis
que armamos en hd,
sacando un tramontina
guillado entre mis gambas
para cortarle las orejas
a un conejo.

-¿eso bastará para que aplauda la tribuna?-

Por ahí entienda
que la lengua es una piedra
y no se mueve
con la velocidad 
de una ciudad.

Quise irme de aquí y volver a casa
más de una vez,
pero ahora tengo una gata suicida
para tapar el vacío emocional.

Má, tranqui, 
todo lo importante
está guardado 
entre mi pecho y el estómago,
anidado,
soy la tumba de una sirena
hecha con hilo de cometa.

Má, no me preguntes como llegué
vos ya sabés:
El control de todas las cosas
que habitan en mí
es un monstruo que vive en la vereda
y para llegar hasta acá
tiene que subir muchas escaleras.

Yo sé
que 
no
va a poder.





viernes, julio 07, 2017

En el manual dicen que
para explotar
hay que ahuecar el centro
de la glándula pineal
hasta calcificarla,
cortar las uñas
al raz de las yemas
y poner los dedos
para sentir el óxido de las caderas al menearse
resistiendo el viento norte.

Si acaso en el espejo
no se ve el poder contenido
hay que darlo vuelta
y orientarlo
hacia alguien
que no sufra de pesadillas y tenga un ancla
en el otoño o en la lluvia
(lo demás se vuela).

No hay que salvar a nadie
de los desastres naturales
o de lo cierto.
Ya te dije, la verdad está reflejada
en el precio de góndola,
el resto es un concepto emocional aplicado al mal uso de una borrachera.

-Vos resistí, agárrate de algo firme y resistí-

El costo es lo que uno quiera en el otro
justo en el momento
en el que
se acaba la pasta de dientes
y no hay más almendras para el desayuno.

-siempre es fin de mes-

Nunca se planea
somos personas con ejes de goma espuma:
No nos sabemos contener.



sábado, julio 01, 2017

Ese lugar
y hasta el centro del planeta
en aquel pedacito de tierra
fue nuestro.

Nadie sabía
que era un campo minado
en los veranos.

Aletearon los mosquitos
sin entender
que ella te necesita
tanto como tu bronca
al arrugar una foto.

Te re imaginé
bancando el momento
y todo se alejó de ahí
el desorden corría
por unas alacenas
de pino y barniz
acarreando azúcar
en hormigas rojas.

Que es la culpa
si en la tierra el pasto crece,
la lluvia es torpe
y si los árboles se cortan
el calentamiento global
se acelera tanto
que vence
a los que no tenemos
disciplina.

Y yo me colgué
imaginando un techo
a dos aguas y un ventanal
del que me iba a costar acostumbrarme
porque las luces de los autos
irrumpirían en la monotonía
para marcar
lo roto
que
estaba
todo
esto.

No hay versión oficial,
no hay redención,
hay tristeza, emancipación
y cucarachas.

Todo tenía que ser
de esta forma.
La administración
exhaustiva de la in-felicidad.