Era obvio que íbamos a caer
es el efecto maradoneano
de la igualdad de condiciones
que generan Bochatón, la birra
los libros revolucionarios
las remeras con consignas
y esa persiana
que se sostiene con alambre
mientras florecen incedios
en el valle aristócrata
y los veo morir
desde el balcón
el viento zonda mueve todo
cambia el aire y el ánimo
es un fenómeno más.
De a ratos se vence el mundo
con la ley del menor esfuerzo
y la respiración manual
en lo artificial y el bardo de cables
para conectar la play
la tv
la pc
y el papel OCB transparente
envolviendo la comodidad
de todo lo predecible.
Entre las 4 y las 6
los pájaros alborotan la tarde
prueba de que nada es nuestro
ni su vuelo
o esto que no se que es
solo entiendo que es
una nueva postal que miro
en bombacha y pose snob
y que nos chupe un huevo
todo va a estar bien
mientras gravitemos
sobre la cúpula del edificio
que te libera del trabajo
a la tardecita
y los pocos días que me quedan
en la ciudad.
No se dar más que canciones
con guitarras desafinadas
y discos apilados
no salvé a ningún marinero
y lo andino me seca el cuerpo.
Por eso bancame
en siestas interrumpidas
por niños gritando en la planta baja
o testigos de jehová
rompiendo el momento
y si, el equilibrio y la caída
se interpretan cuando se sabe
de la delgada línea limando
lo real y lo mágico
formada por los rayos de sol
que se cuelan e iluminan
los envases en el suelo.
Somos algo que se arma
y se pierde
mientras vemos llegar
la luz al final del túnel.
miércoles, septiembre 27, 2017
martes, septiembre 26, 2017
Agustina
Cómo decir noche,
sin pensar en farol
y en el retorno de la voz
de una hermana
que se despide.
Intangible es el sol
para el resto de las cosas
y aunque las ordene
en una línea recta
sobre la ruta 40
no llego a casa.
Te quedaste enganchada
en el ding dong
de las llaves de las noches
de enero y en el cuello
de la camisa de invierno
abrochada hasta el último botón.
Vos no te ves,
pero el mundo te banca fuerte
resfriada en el andén
con el suéter del viejo
que te queda grande,
que te queda hermoso
esperando unl tren
que te saque del quilombo
que significa un hogar.
Nunca me cites
como fuente o
como ejemplo.
No plantes árboles,
ni tengas hijos,
o escribas libros
todo es chamuyo
del mundo adulto.
Vos andá tranqui
brillando por el mundo
con tu voz de papa,
porque cuando cantas
con la pupera amarilla
este planeta se encoje
y te queda chico.
sin pensar en farol
y en el retorno de la voz
de una hermana
que se despide.
Intangible es el sol
para el resto de las cosas
y aunque las ordene
en una línea recta
sobre la ruta 40
no llego a casa.
Te quedaste enganchada
en el ding dong
de las llaves de las noches
de enero y en el cuello
de la camisa de invierno
abrochada hasta el último botón.
Vos no te ves,
pero el mundo te banca fuerte
resfriada en el andén
con el suéter del viejo
que te queda grande,
que te queda hermoso
esperando unl tren
que te saque del quilombo
que significa un hogar.
Nunca me cites
como fuente o
como ejemplo.
No plantes árboles,
ni tengas hijos,
o escribas libros
todo es chamuyo
del mundo adulto.
Vos andá tranqui
brillando por el mundo
con tu voz de papa,
porque cuando cantas
con la pupera amarilla
este planeta se encoje
y te queda chico.
miércoles, septiembre 20, 2017
Viste a un dinosaurio,
meterse en la inmensidad interna
de tu panza
y esconder algo que hace sombras.
Así aparecen
tus lluvias a cuadras
no hace falta, posta,
no hace falta.
La transparencia misma
de aquella noche
en la que sonó
miles de veces esa canción
donde hay un bucle,
el bucle,
ese bucle
que se clava
en las excusas.
Así andamos los seres racionales
buscando la interpretación
de los problemas de los otros,
pidiendo puntualidad
a los camiones recolectores
y comiéndonos las uñas
pensando que la tenemos clara.
Llevamos metales
y minerales en los pies
que nos penetran y rompen
de abajo hacia arriba
entre persianas
puertas y canillas.
No sabemos
de la memoria de ese animal
muy grande y extraño
abandonado con algo en su mano,
bajo una luz fluorescente
de la avenida
esperando alguien que lo cuide.
Ni nos resulta raro
mirarnos a un espejo y no vernos
del otro lado del cosmos.
meterse en la inmensidad interna
de tu panza
y esconder algo que hace sombras.
Así aparecen
tus lluvias a cuadras
no hace falta, posta,
no hace falta.
La transparencia misma
de aquella noche
en la que sonó
miles de veces esa canción
donde hay un bucle,
el bucle,
ese bucle
que se clava
en las excusas.
Así andamos los seres racionales
buscando la interpretación
de los problemas de los otros,
pidiendo puntualidad
a los camiones recolectores
y comiéndonos las uñas
pensando que la tenemos clara.
Llevamos metales
y minerales en los pies
que nos penetran y rompen
de abajo hacia arriba
entre persianas
puertas y canillas.
No sabemos
de la memoria de ese animal
muy grande y extraño
abandonado con algo en su mano,
bajo una luz fluorescente
de la avenida
esperando alguien que lo cuide.
Ni nos resulta raro
mirarnos a un espejo y no vernos
del otro lado del cosmos.
domingo, septiembre 03, 2017
Antes de dormir
aparece un cosocomué
a darme un sermón
desde el borde de la cama.
Su lengua nace de un ojo
que insulta,
me lame los pies,
me rompe la ropa,
y grita como Michael Jackson.
Algunas veces
tiene la forma caótica
de un caballo
con piel de gato,
en otras ocasiones
es un rinoceronte
con un pájaro en el lomo.
Me parto en dos
vuelvo a ser niña y le creo
como a todos los héroes
de las películas
que eran como él,
que es como son aquellos
que nunca tienen tiempo
para verse.
No me siento a gusto
en este mundo
de miedo e inmersión.
Bajo corriendo desabrigada
por las escaleras
afuera, las motos no despiertan
a nadie.
La noche
es eso, otra noche
para esta ciudad
con iglesias, escuelas y hospitales
igual que todas
las ciudades del mundo
que no penetran.
Atravieso una pared
googleo tu nombre
sos un personaje de culto
que no puede dormir
y se come la fragilidad
de aquellos que buscan
soñar con copas de árboles.
aparece un cosocomué
a darme un sermón
desde el borde de la cama.
Su lengua nace de un ojo
que insulta,
me lame los pies,
me rompe la ropa,
y grita como Michael Jackson.
Algunas veces
tiene la forma caótica
de un caballo
con piel de gato,
en otras ocasiones
es un rinoceronte
con un pájaro en el lomo.
Me parto en dos
vuelvo a ser niña y le creo
como a todos los héroes
de las películas
que eran como él,
que es como son aquellos
que nunca tienen tiempo
para verse.
/para mirarse
con miedo a morir
de algo simple,
como la risa/
en este mundo
de miedo e inmersión.
Bajo corriendo desabrigada
por las escaleras
afuera, las motos no despiertan
a nadie.
La noche
es eso, otra noche
para esta ciudad
con iglesias, escuelas y hospitales
igual que todas
las ciudades del mundo
que no penetran.
Atravieso una pared
googleo tu nombre
sos un personaje de culto
que no puede dormir
y se come la fragilidad
de aquellos que buscan
soñar con copas de árboles.
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