jueves, julio 30, 2015

La luna llena
cambia al cuerpo
y el cuerpo habla,
pide cuerpos.

Chiquero de pensamientos,
dientes sucios,
nubarrones tapan al sol.

Salí y sentí
el cansancio del espacio habitado.
Y cuando me vi volviendo
quería que te quedes
bien adentro.

No pongas
tus manos en mi espalda
duele cada tanto,
arde la nuca en el abrazo.

Sacate la corporeidad;
y quedate vos.

Dame de comer
que estoy agotada,
viviendo acunada 
en el pensamiento
y nutrida 
por un yuyo sanador.

La calma y los límites,
hacen lo suyo
nadie sostiene el mundo,
ahí es donde salen los murmullos.

Saquemos provecho
de esta noche
el frío no es tan crudo,
y en la mañana seamos nosotros
los que habitamos al aire.

En degradé,
conservar la ingenuidad
es llenar la boca
de algo amargo y oscuridad.