jueves, diciembre 09, 2010

Sonajeros


Vestida de ocasión, este segundo jueves de el último mes del año, expando mis dedos y araño las paredes anticipandome al desastre, abro la heladera y saboreo un helado imaginario, manchandome entera, enmelandome, jugando a estar rellena de algo, con tal de sentirme plena.
Siempre fui desprolija para todo, para escribir cartas de amor, para tomar apuntes, para guardar mis trapos viejos en el placard. ¿Y a quién le importa? Si todo lo que gira en torno a vos es simple carroña, un basural de dejadez, que junta bichos entre nosotros.
Como loca, le saco punta a este lapiz y te lo clavo entre esos ojos verdes luminosos, que de a ratos beso y detesto, te raspo los encantos, los pocos que te quedan y me guardo tu sonrisa en el bolsillo, en caso que no te quiera olvidar.
Callate un segundo, con tus obsesivas charlas de como ser parte de tu elite. Mientras yo lo vengo gritando, descargando en cada plato sucio que dejas tirado por ahí, saboreando entre todas las porquerías que se despliegan en este cuarto, que es tu vida, en esta sensación espantosa que me invade ahora y no se que mas se puede hacer.
Y si eras así, ¿por qué no me advertiste? te lustras los cachetes con mis pelo, te cortas las uñas inmundas con mis dientes, me desarmaste entera y ahora no sabes que hacer, porque no sabes nada de mi.
Dejame sola, con mi vestido de mierda, mi pintura corrida, mi auto viejo y ese sinsabor que en un momento fue tan tentador, que me voy a festejar mi cumpleaños con mi estupida estructura hecha con los nudos de mi garganta lejos de tanta cosa que me molesta.