martes, septiembre 26, 2017

Agustina

Cómo decir noche,
sin pensar en farol
y en el retorno de la voz
de una hermana
que se despide.

Intangible es el sol
para el resto de las cosas
y aunque las ordene
en una línea recta
sobre la ruta 40
no llego a casa.

Te quedaste enganchada
en el ding dong
de las llaves de las noches
de enero y en el cuello
de la camisa de invierno
abrochada hasta el último botón.

Vos no te ves,
pero el mundo te banca fuerte
resfriada en el andén
con el suéter del viejo
que te queda grande,
que te queda hermoso
esperando unl tren
que te saque del quilombo
que significa un hogar.

Nunca me cites
como fuente o
como ejemplo.
No plantes árboles,
ni tengas hijos,
o escribas libros
todo es chamuyo
del mundo adulto.

Vos andá tranqui
brillando por el mundo
con tu voz de papa,
porque cuando cantas
con la pupera amarilla
este planeta se encoje
y te queda chico.







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