Volvi(mos) al jardín florido

¿Y a nombre de quién anotaba los tragos? si los había compartido con vos.

Tragos medios largos y esos mareos que te dejan mirando fijo, fijo para que no se caiga ningún ojo, ninguna mirada insinuante, ningún beso, ningún impulso, ningún dedo por ahí.

Ese estado que hace que todas las palabras se asemejen a canciones y que dejen de tener filo, aveces me gustaría vivir así, regalando palabras bonitas, enfocándolas bien, apuntar y clik, sacarte una foto cuando te nace esa carcajada que hace cosquillas. Es mejor que apuntarte con ellas, dispararte y "bam" siempre hay buena puntería para herir.

Anoche me imaginaba todo, me imaginaba un tipo a caballo luchando por la independencia y era real, me imaginaba un loco hablando de que hay un Dios que tenía un hijo, y juraba que si moría iba a volver de entre los muertos, me imaginaba las masacres en su nombre y que corría la sangre por todos los rincones de este departamento. Después mejoró, el año que me levanté y no había muro, el Che se iba en moto, y escribía esas cosas tan bonitas. Yo podía volver a tocar un cuadro de Frida y volver a emocionarme, pero esta vez, ella estaba ahí para explicarme. Las copas aumentaban los ruidos distorsionaban, y no importaba nada porque estabas vos, y encima estabas con fiebre, inconcientemente quiero que te enfermes mas seguido. Vos que me hacías canciones, vos que te burlabas del capitalismo, del existencialismo y de todo lo que era real, un aura voluptouso nos rodeaba, nos juntaba como tambaleandonos y yo me reía y vos también y si me caía que importa, quizás con mi ayuda también terminabas en el suelo, el suelo de verdad, frío, malo, caprichoso y con tan poca importancia ahora.

Anoche fantaseaba con todo, y a mi cabeza volvían miles de peronas, cosas y ruiditos. Que volvían para activarme, para recuperarme, para pegar con plasticola todas las ideas a donde pertenecían. A mí.