miércoles, junio 19, 2013

Y todo termina en el horizonte, ya quisiera, ojalá la realidad se terminara en la delgada línea borrosa y fuera de foco que mis ojos miopes tratan de enfocar. Del otro lado hay mas países, y mas personas, y playas y frío y calor y gente que se adapta a otras culturas y no se imagina que vos no queres que exista. 

¿Y que pasaría si me guardara entre mis bártulos y nunca mas pensara en el mas allá? Estaría tan tibia y hundida, casi humana, desposeída de imaginación, remataría la inteligencia que aveces me atropella por un par de encantos y buen culo para encontrar un marido machista con aliento a coca y bica, con una buena camioneta y una amante de tetas hechas. Cocinaría, lavaría, criaría hijos como perros, sabría de verdad administrar la profundidad del amor.

Perdería de una buena vez ese estigma de "loca linda!" que me plantaron de chica, (que te viene bárbaro el nombre Florencia si en la cabeza tenes un jardín florido!) ¿Como pretendían que "encaje" después de tremendo rótulo?. Y ahora, ahora de grande soy "una remadora" (¡hijos de puta!) que se pongan en mi lugar: el tipo que rema tiene que hacer mucha fuerza hasta llegar al otro lado, y practica tres horas al día dos veces por semana, no las veintucuatrohorasquetieneeldíasinparar. ¿Cómo hago, si esto es inhumano?. 

Fácil, agarrándote de algún fragmento de algo y meterle pata. Seguir a los tumbos hasta que el tormento se calme, el caparazón se refuerce y puedas volver a encaminar esta cosa amorfa que sos, tratando de encontrarte.

Elegí un trabajo donde trato de imaginarme el mundo mejor, ponerme en el lugar del otro y hacerlo sentir completo vendiéndole zapatos, el trabajo no me resulta y soy una especie de "moza loca" que flashea con hacer cosas para la tele. Elegí la calidez de una casa chiquita, que no tiene ventanas a la calle porque el mundo me espanta. Elegí la música en el colectivo, el libro en la cola del banco, la bicicleta para sentir que me pega el viento en la cara y eso me realiza, elegí ser simple y amar a lo loco al circo chiquito que monté aquí. 

Y cuando crees que estás bien con las elecciones, alguien viene y te imaginas a los revolcones, clavando uñas, respirando a la par, como vibrando o suspirando, te emociona, te opifica, y es esa confusión entre sentimiento o calentura en la que no entendes absolutamente nada y te dejas llevar. La imaginación es fundamental, mas que la paciencia.

Aunque trate de lidiar me puede, camino con ganas de encontrarlo aunque no sea real, me pongo linda por si me ve, porque me encantaría, mas que nada me encantaría hacerle ver la revolución interna que me genera todo el montaje de palabras cargadas de deseo. Todavía pienso y creo en el romance como motor, y me pongo cursi pensando en que si, es lindo en la vida hacer locuras con el corazón, ojalá porque estaría bueno.

Supongo que no vivo en la realidad, ¿no?

No hay comentarios.: