martes, enero 10, 2017

Hay pelusas
de un durazno,
cascara picante,
que altera
y dilata
el cuello.

Charcos
de saliva 
mañanera
no,
no vale
hablar pavadas
del fin de mes,
tragando el nudo
duro en la garganta.

Antes de salir
de este departamento
dormir,
4,
5,
6,7,8 horas
en el reflejo
de la ventana
(que todavía tiene vidrio)

Todavía se nadar
en las sabanas
pegadas y revueltas.
Y vos,
imaginando 
un rally
dakar chiquitito
pasando por ahí,
llevándose puesto
todo lo que compone 
nuestro microclima cósmico.

Se cerró el círculo
perdió frecuencia,
nadie abre.
Adentro
vaciamos todo
para volverlo 
inhabitable,
inevitable.

Todo es
tan explícito:
tengo miedo
de que te enojes
porque nunca te dije
que en 3 años
solo rompí
un frasco 
de mermelada.
Foto: obra "La Intimidad Silenciosa" - Victor Campillay.

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