y llegar a la cima
de este durazno
de cuatro mil metros
sobre el nivel del mar.
aquí las nubes
se componen
por ácaros de agua
y es necesario
nadar orillándote
para descansar.
si es que me da un calambre
habitaré en lo que queda
de la cáscara clavada
en los arcos de tu cuerpo.
hay que encontrar
brazos largos
para escarbar
entre temperaturas
humedales
y pelusas.
voy tirando del cable
estabilizador de tensión
que hay entre tus lagunas.
soy un artefacto
cuando te parasito
entre el pasto y la nada.
hablar de junglas
con pájaros y peces
es desnaturalizar
las cosas que marcaron
las fantasías
en la memoria
de tu piel de gallina.
Stacey Rozich |
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