de tanto comer sandía
aparecía entre mis piernas
y las empujaba.
Me inflaba el tórax,
y se perdía
en las ventanas.
Escupía semillitas
al costado de mi cuello
Y yo que ando
como el conejode Alicia en el País
de las Maravillas,
siempre apurada
y a los saltos.
Me tenía que ir.
Nos mostrábamos
las formas de sentir.
La cabeza me crecía
La cabeza me crecía
y no escuchaba nada,
había pestañas
en mis orejas.
en mis orejas.
Pensaba que,
tengo cosas
muchas,
pero ninguna es
tan importante.
Vibración, desequilibrio
le costaba pararse
del lado de la fragilidad.
Hubo un quiebre
al salir, sentí
que tenía los pies
hundidos
de tanto
empujar en el barro.
Me volví un módem
buscando señal
Wi fi, algo.
del centro
y perdió el eje.
Fijate, creo que
quedó en alguna parte
de ese monoblock.
Llamame
si la encontrás,
que necesito volver
a encajarla.
.
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