miércoles, febrero 01, 2017

colgada de;

Va, como colgada del cuello
de un elefante.
Abraza y comprueba
que es más fuerte
que el perfume desprendido
de las orejas.

Siguen el camino
de las termitas que buscan
nuevos lugares
donde alquilar.

No, madera no,
árboles no,
no, hojas tampoco,
eso aplasta.

Buscan ejes metálicos
incrustados en el centro
de este espacio intervenido
por el miedo de la palabra abusada.

Miedo a morir,
asfixiada por el abuso del decir,
miedo a ser muerte común
como vecinos del mundo,
y que no sea de hambre,
o de talones rajados.

Va, como colgada
de la espalda de un instante,
siendo oreja,
se vuelve termita,
porque no quiere huesos.




No hay comentarios.: