domingo, marzo 29, 2015


Ya salio el sol
el cielo está celeste
como siempre.
Que me importa.

Adentro es tibio
y nunca hay aire.
Los cigarrillos
se acumulan.

Soy piernas largas
que gotean 
entre las sábanas.

Me hago nudos
cuando veo 
tu respiración,
me desespero.

Está bien,
cubirme la boca,
mirar así
es excitante. 

Teníamos pedazos 
de papel picado
en el cerebro y
nos bloqueaban.

Apretaste justo
con tu mano enorme
un lugar de mí
que me hace explotar.

No juegues así
con los dientes.
Desde este ángulo
pareces un pez globo.

Es que el frío
me hace mocos
y busco pies tibios.
No soy buena portadora.

Ese día te dije
que quería bailar
porque el whisky barato
me pone triste.

No veo.
Olvidé mis anteojos
en tu costilla,
esa, la más blanda.

Solo busco
movimiento.
El caos es difícil
de frenar.

Pueden pasar
cosas horribles
cuando la carne 
está tan roja.

Me acostumbré 
a vivir enferma
si las cosas no duelen,
no son normales aquí.

Anticipos de un incendio
el otoño suele
secar la tierra
y liberarla al fuego.

Repito
que me importa.
Perdí tanto ya,
que un poco más, es aire.



[Quizás el fuego ayude]

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