domingo, octubre 01, 2017

Las altas posibilidades

Las altas posibilidades que tenemos
de ser parientes
en ciudades como esta
dan morbo:
imaginate
que si nos ponemos a hilar fino
seguro encontramos el ADN
porque si, tampoco es
que nacimos en Saturno.

Imaginate
¿qué pasaría?
nosotros primos,
nuestras viejas, primas
imaginate ahora
una tía lejana
solterona y borracha
pero nadie lo sabe,
menos ella, menos vos.

O si, o no.

Por algo tan opas,
tan abombados
no hay que ser muy genio
para saber
que la genética circula
en las calles como un error
provocada por tanto porno snuff
en épocas feudales.

El resultado somos nosotros,
muertos de risa
de no poder terminar de ver
esa serie donde seguro
el alcalde asesinó a la quinceañera
y el mafioso es el que
maneja la red de trata,
y es una corrupción tremenda
donde mueren pibas inocentes
en fiestas al costado de un lago
¡todo mal!
La serie te está spoilereando
el diario del domingo.

Estamos rodeados
y miramos para el otro lado
como vos garca, que no querés
llamar al delivery,
como yo garca, que no quiero
levantarme a apagar la luz.

Como vos, Saravia - Saravia
que compones zambas
para no blanquear que te pajeaste
espiando a tu prima hermana.
Como vos, sangre azul
que no te animas a decirle
al cura que te casaste de apuro.

Como ella, que pobre
va a un colegio bilingüe
porque es más digno estudiar sin amor
que la condena social andina.

Como todos nosotros,
el resultado tercermundista
edulcorado de una sociedad
sin sal, sin cafeína, diet, ligth
¿Y qué? Acaso sirve ahora
de
cons
tru
ir-nos?

Tu hermana me cae bien,
tu amigo mejor,
y entonces nos paseamos
de la mano y decimos:

"imaginate si nuestros viejos fueran primos!"


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